-¿Has visto la botella azul?
-¿Qué botella?
-Si hombre, esa botella que usábamos de florero, que luego la pusimos en la chimenea y después en el descanso de la escalera...
-¿Esa que compró el tito...?
-¡Qué no, hombre!¡La compré yo!
-Pues no la he visto
-Pero ¿es que no vives aquí?
-¿Y tú que la compraste y sabes tanto me dices que si no vivo aquí?