Voy a Ciudad Real y aparco para unos minutos. Se me pasa el tiempo previsto y vuelvo a echar más dinero al parquímetro. Han pasado ¡seis minutos!...y ya tengo la multa. Voy a anularla pero el aparato me devuelve el dinero, 3,20 euros, porque, entiendo, no tiene cambio. Me daría igual pero, tras intentarlo varias veces, sigo sin poder anular mi denuncia. Pregunto a dos personas que van a sacar sus correspondientes tiques. No tienen cambio para darme. Llega una persona y me dice que lo tiene justo pero que, lógicamente, la máquina ya tendrá cambio. Lo vuelvo a intentar dos o tres veces y nada de nada.
Pruebo con la tarjeta de crédito seis o siete veces. Me dice que mi tarjeta es defectuosa. Voy con un perro y no quiero entrar a ningún establecimiento a pedir cambio de veinte céntimos para evitar que me llamen la atención. Pido a una persona que tiene un kiosco de la ONCE y me explica que no tiene cambio porque todo los que vende es de precios superiores...Después me aclara que no tiene cambio de veinte céntimos. Le pido cambio a un vendedor de lotería de los que van por la calle y me dice que no tiene nada...me voy al parquímetro y lo intento otras tantas veces, con monedas y con la tarjeta y con otras tres personas que llegan, y sigo sin tener ¿suerte?. Faltan unos cuatro minutos y ya renuncio a poder anular la denuncia. Por seis minutos de retraso en pleno mes de agosto y con más huecos para aparcar que un queso de Gruyere he estado una hora y media aproximadamente intentando anular una denuncia. Tampoco he tenido suerte al esperar que llegue la persona que me multó. Se ve que durante tanto rato ha debido estar en otras calles cumpliendo tan exactamente con su obligación.