lunes, 23 de noviembre de 2020

Relatillos de espinas y guiños, 2: una tarde feliz.

 Luce un sol precioso y la temperatura ha subido hasta los quince grados. Desde el grado casi gélido de esta mañana el cambio hace que nos sintamos a gusto al sol. Las siembras ya han nacido y las aceitunas, verdes, y las bellotas, alegran las ramas. Una garcilla bueyera, muy muy cerca del camino, se ha asociado a dos caballos, en un pequeño vallado, pero no espera a que apriete el disparador de mi cámara. No importa. ¡Qué ojazos!¡Qué color blanco tan precioso! La hemos visto muy bien, a escasos dos metros de nuestro coche, antes de salir volando.

Un pequeño paseo, la cálida luz del rápido atardecer, la vida que sigue apareciendo y desapareciendo...Un tractor pasa el rulo (rodillo enorme) sobre la recién sembrada tierra negra, en las inmediaciones del volcán de la Arzollosa. Se ven algunos grupillos o parejas paseando, con sus mascarillas. En un charco también bulle esa fauna tan poco conocida. Algunos mamíferos y aves han firmado en el suelo, atestiguando su presencia. Se cruza una urraca, que carraspea detrás de un chaparro. Allí, un tordo, a lo lejos, una rapaz mediana o grande. Nosotros, volvemos a los quehaceres, después de un agradable paseo, en esta tarde feliz.

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Relatillos de espinas y guiños, 1. ¿A qué hora comían los señoritos?

 Hace ya más de treinta años. Son las tres del medio día. Un joven llega al bar de costumbre. Ha quedado con sus amigos para salir a dar una vuelta al campo. Casi seguro que irán a ver pájaros, sin desdeñar cualquier otro ser vivo, material inerte, paisaje, fenómeno natural o pieza del patrimono. Allí hay todavía algunos conocidos y amigos que están terminando ya las cañas. 

Uno de ellos, que ya se iba, dice:

-Me voy a comer, que ya es hora. Bueno, los señoritos es que coméis a las tres, es verdad, oye, tenéis esa costumbre. El recién llegado se queda un poco sorprendido y sólo añade:

-Yo ya he comido, vengo a tomer café.

Un tercero, quitando hierro a la embarazosa y torpe situación creada, cambia de tema. Pero el joven que ya se iba vuelve a terciar con alguna tontería improcedente. Recibe una respuesta bastante precisa por parte de su compañero de cañas.

-Bueno, a veces, cuando hablamos, demostramos que nos falta un hervor, o que ya estamos en nuestro punto.

Un rato más tarde, ya sin la presencia de tan agudo comentarista, calificador y clasificador de personas y conductas, alguien añade:

-Lo de las horas de comer, en realidad, tiene mucho que ver con los trabajos. Sin ir más lejos, el camarero que nos está sirviendo debe estar deseando de tener un rato libre para poder comer, en la cocina, con un ojo puesto en la barra, como todos los días. Los albañiles comen a la una, aquí en el pueblo, y vuelven a las tres al corte. Los de los bancos y los funcionarios, cuando salen, a las tres y pico...

Ignominia y mentiras del presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real, José Manuel Caballero.

  Seré breve, como requiere la situación. Las palabras del presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real, José Manuel Caballero con motivo de la instalación de una placa con los nombres y apellidos de los fusilados en la posguerra en el cementerio de Piedrabuena, Ciudad Real, son, sencillamente, ignominiosas y, sobre todo, falsas. 

Siento verdadera vergüenza de lo que dijo y espero que pueda rectificar. Por cierto, es justo lo que nos hacía falta, en plena pandemia, ¿esas son las prioridades del PSOE en momentos tan difíciles?

No merece la pena entrar en detalles, ante la burda mentira. Pienso, sobre todo, en las familias de los asesinados en 1936, cuya memoria se quiere borrar y hasta prohibir y perseguir, y cómo con la nueva ley que prepara el gobierno, con la curiosa denominación de "Memoria Democrática" todo será precisamente eso, una gigantesca mentira.


Pintada en Ciudad Real, hace unos años. No me extrañaría que por publicar esta imagen me puedan denunciar, atacar, o procesar.