jueves, 15 de junio de 2023

La norma de los tres minutos y los espaguetis sin tomate.

 

El llamado "fuego amigo" y las intrincadas razones de nuestros discursos.

 -¿Te ha pasado alguna vez que, hablando, entre amigos, en familia o en el trabajo te has sentido atacado por la gente más cercana?

- No, no sé, bueno, es que no sé a qué te refieres.

-Da igual, déjalo. Es una tontería de las mías.

-No, mujer, explícamelo, venga.

-Pues eso, que algunas veces, sin venir a cuento, notas que te están atacando, osea, no atacando, es una forma de decirlo, te ridiculizan, te ponen de ejemplo de algo malo, te señalan, te recuerdan algún momento desagradable de tu vida, algún fracaso, algún problema, cosas así ¡sabes! Pero, ya te digo, sin venir a cuento, y, encima, gente cercana. 

-Supongo que sí, pero así, de golpe, no caigo. Ponme algún ejemplo, con o sin nombres, como prefieras.

-No, ejemplos no, pero si te parece, te explico lo que yo creo. Mira, por las veces que me ha pasado a mí y las que he observado, yo a esta conducta la llamo "fuego amigo".

-Lo del fuego amigo lo usan para la guerra, ¿no?, bueno, y en política, creo. Y me está viniendo a la memoria algún que otro refrán, como el de "de las aguas mansas líbranos señor que de las malas ya me libro yo". ¿Van por ahí los tiros?

-Sí, sí. Pues eso, que lo que llama más la atención es que sean "los tuyos" los que "disparan", por decirlo gráficamente.

-¡Claro!

-Lo pienso y no lo comprendo y no sólo lo digo por mí. Llevas toda una vida intentando comportarte lo mejor posible. Crees que, modestamente, lo haces medio bien. Te esfuerzas en mejorar en todos los aspectos, trabajas, ayudas, colaboras...Desarmas tu vocabulario hasta límites que hacen que algunas personas te llamen ¡tonto! con verdadero énfasis...pero eres consciente, también, ¿cómo no? de que eres humano. Conoces tus limitaciones, tus defectos, tus carencias, tus errores, ¡madre mía! ¡mis errores! ¡pero si no hay día que no me acuerde de unos pocos! Los repaso, los analizo, los intento comprender y, sobre todo, hago lo posible para no repetirlos y olvidarlos, en la medida de lo posible. Y, a pesar de eso, cada cierto tiempo, ¡zaca! ¡toma!

-No te termino de pillar. Si no me pones algún ejemplo...

-Imagina lo que te he dicho, ponte en esa posición. Un día, con gente cercana, como te he dicho, de pronto, te preguntan por un "capítulo" digamos que molesto o, sinceramente, doloroso para tí. Pero eso, sin que tenga nada que ver con la situación, con lo que se está hablando. Imagínate, es como nombrar la soga...o meter el dedo en la llaga...o ver la paja en el ojo y no la viga...Y encima lo que he visto es que venía de quiénes tenían qué callar. Es decir, pues eso que se les podía decir eso de ¡pues anda que tú!

-Creo que sí, aunque como no me cuentas ningún caso concreto...

-Me encantaría, aunque sólo fuera para desahogarme, o para sacarme la espinita ¿me entiendes? pero como me pasa eso que te digo, que intento no atacar, y, muchas veces ni siquiera defenderme, pues prefiero hablar así, en general...Lo cierto es que detrás hay causas, y lo digo en plural. Una suele ser inseguridad y otra cierto sentimiento de envidia, de...pues eso, de tener que tapar la boca, desprestigiar a alguien, o algo así.

-No sé, me pierdo un poco. Pero sí, creo que te entiendo.