El Día de la Mujer Trabajadora se venía celebrando el 8 de marzo de cada año. En algún momento reciente, se cambió por el Día Internacional de la Mujer. Ahora, en 2019, si no estoy mal informado, se trata de la Semana de la Mujer, que culmina con la mencionada jornada en defensa de la Igualdad entre hombres y mujeres.
Me llamó poderosamente la atención que el año pasado para esta fecha tan señalada se convocara una huelga general, creo que por el partido político Podemos, cuyo secretario general es un hombre, por cierto, y cuyas tres principales figuras fundadoras fueron, igualmente tres hombres. Me llamó la atención porque no le encuentro sentido pero, sobre todo, porque se decía que era una huelga para las mujeres...es decir, una semi huelga general, una hemi-huelga general o una femi-huelga.
Hoy, ocho de marzo de 2019, viernes, desde este remoto, humilde y solitario ventanillo por el que me asomo al mundo, me arriesgo a esbozar unas críticas sobre lo que estoy viviendo y viviendo en torno a este día de la Mujer.
Así, lo primero que tengo que decir es que me parece que se está produciendo una utilización partidista, sindicalista y hasta economicista del Día de la Mujer. Por supuesto, el feminismo está haciendo lo propio, sin que sepamos las razones para ello. Me explico. Las consignas, las frases, las declaraciones, los manifiestos, las ruedas de prensa, los comunicados...transmiten una idea de lo más impropio...Inacabado...
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