Hace poco tiempo en Cataluña, en varias manifestaciones, la gente coreaba la frase "No tenemos miedo". Después de todo lo que está ocurriendo la verdad es que yo no me siento nada seguro. Siento miedo por si muere alguien. Me preocupa el dolor ajeno, y el propio, como es lógico.
Me asusta pensar que Cataluña se pueda separar de España de forma traumática, sin consenso. Y hoy no lo hay ni podrá haberlo en un corto plazo. Me parece que desde Cataluña en general no se están haciendo bien las cosas ni se está diciendo la verdad. Y sin verdad nada puede ir bien. Estoy seguro de que desde las posturas independentistas se pensará lo mismo de España y de su gobierno.
Yo sinceramente sí tengo miedo. Miedo de la violencia, del odio, de la incomprensión, de los muchos daños que se pueden generar y de los que ya se están generando. Temo, por ejemplo, las simplificaciones, las generalizaciones, las particularizaciones, la banalización, la trivialización, las polarizaciones, la incomprensión, el populismo de cualquier tipo, el victimismo, el cuento, la utilización interesada, el politiqueo de cualquier clase...
Recuerdo aquel dicho que tanto me impactó hace unos treinta años: se cazan más moscas con miel que con hiel. En mi opinión es aplicable en las dos grandes posiciones. Desde la España no independentista hay mucho que podemos hacer. Por ejemplo, yo el otro decía con humor y con algo de ironía que prefería celebrar la Diada o San Jordi en mi colegio que celebrar Halloween. Podríamos empezar por levantar nuestros particulares micro-embargos y bloqueos. Si en unos días se notara algo sería una señal de que el temporal podría empezar a amainar.
Otra idea que me preocupa mucho es pensar quién o quiénes pueden estar satisfechos con todo lo negativo que está ocurriendo. ¿Quiénes podrían ser los pescadores de estas aguas revueltas? ¿Hay personas o grupos de presión que están manejando el conflicto de manera interesada?
En fin, nos encontramos en una situación muy difícil, muy compleja, muy delicada y quizás entre todas y todos podríamos empezar a darle otra solución que las que se están viendo hasta ahora: unos tiran para un lado y los otros, para el otro. Quizás mi actitud sea simple ingenuidad pero me queda la duda y la prefiero a las supuestas certezas.
Recuerdo aquel dicho que tanto me impactó hace unos treinta años: se cazan más moscas con miel que con hiel. En mi opinión es aplicable en las dos grandes posiciones. Desde la España no independentista hay mucho que podemos hacer. Por ejemplo, yo el otro decía con humor y con algo de ironía que prefería celebrar la Diada o San Jordi en mi colegio que celebrar Halloween. Podríamos empezar por levantar nuestros particulares micro-embargos y bloqueos. Si en unos días se notara algo sería una señal de que el temporal podría empezar a amainar.
Otra idea que me preocupa mucho es pensar quién o quiénes pueden estar satisfechos con todo lo negativo que está ocurriendo. ¿Quiénes podrían ser los pescadores de estas aguas revueltas? ¿Hay personas o grupos de presión que están manejando el conflicto de manera interesada?
En fin, nos encontramos en una situación muy difícil, muy compleja, muy delicada y quizás entre todas y todos podríamos empezar a darle otra solución que las que se están viendo hasta ahora: unos tiran para un lado y los otros, para el otro. Quizás mi actitud sea simple ingenuidad pero me queda la duda y la prefiero a las supuestas certezas.