Tras un tiempo de preocupación y zozobra, tras muchos días de intentar aportar mi experiencia, mi conocimiento y mi posible experiencia en la defensa de la llamada "Escuela pública", tras casi dos años de manifas, escritos, intervenciones, discusiones, lecturas y participación en diferentes actos llego al recuerdo de la canción de José Larralde: "nadie salió a despedirme cuando me fui de la estancia, tan sólo el ovejero, un perro, cosas que pasan". Esa es la sensación que tengo. La inmensa mayoría de personas que conozco o guarda silencio o hablan en el bar o en corrillos pero a la hora de la verdad parece como si todo se justificara, aceptara o incluso se renegara.
Veo a personas que dicen ser progresistas que van en sentido contrario. Observo la retirada general y hasta el ataque. Veo personas que han estado en sindicatos, en partidos, en las propias instituciones despotricar y criticar sin ton ni son y, como decía el poeta latino, me estremezco.
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