domingo, 29 de enero de 2017

¡Y dale con la Educación de no sé qué siglo en España!

Hace ya unos años un pedagogo apuntaba que, tras el fenómeno de la proliferación de libros sobre (mayoritariamente contra) la Educación en España, había, por ejemplo, intereses económicos. También puede haber y de hecho hay una intención más o menos clara de desmantelar o justificar el desmantelamiento del sistema público de Educación. 
Hay autores que quieren aportar su trabajo, los resultados de sus estudios y de sus investigaciones. Hay personas que, de alguna manera, venden...Venden su discurso, su tesis, sus libros, sus cursos, sus charlas...Es legal, suponemos, si todo se hace legalmente. Es lícito. Es...En realidad es extraño. Me intento explicar. Es curioso que haya profesores, estudiosos, "expertos" que vayan impartiendo cursos, dando conferencias, difundiendo sus propuestas pero que partan de supuestos casi siempre, por no decir siempre, que no se corresponden con la realidad. No he oído o leído a nadie hablar de lo complejo y vasto que es nuestro sistema educativo. Nuestro sistema educativo no cabe en unas simples cifras, en unas cuantas frases, en una mera referencia negativa ni en el título de un libro ni en la denominación de una metodología más o menos nueva.
Esa sería la primera gran crítica a hacer a esas personas que lanzan sus ideas como si fueran verdades absolutas. Recomendable es aplicar el principio de incertidumbre de Heisenberg, adaptado a estas realidades no tan tangibles como las de las ciencias físicas.
La segunda sería recordar que si se va de innovador, de intelectual, de científico,...convendría no poner ejemplos falaces, argumentos vacíos o falsos. Así, la idea de que "la escuela" actual, la de 2017 es idéntica a la del siglo XIX o incluso a la que surgió de la Revolución Francesa nos sitúa en un escenario conceptual, metodológico y epistemológico verdaderamente penoso. Es falso, radicalmente falso...pero vende, es pegadizo, es muy gráfico. Le decía a una amiga que para hablar de la educación del siglo XIX hay que saber cómo era la educación del siglo XIX. Me temo que hay personas que hablan y no se han tomado la molestia de leer un poco sobre el tema. Recomiendo leer algunos de los muchos artículos de Luis Bello de su extraordinario trabajo "Viaje por las escuelas de España" de los años veinte del siglo XX...por ir atando cabos.
Yo paso ya del medio siglo de vida y si echo la vista atrás, a mis vivencias como alumno, sencillamente alucino. Recuerdo lo que me contaban los compañeros y compañeras cuando empecé a trabajar hace veinticinco años, y me resulta chocante esa afirmación demoledora.
Que si los alumnos y alumnas se sientan igual, que si la pizarra y la tiza...En fin, tópicos que funcionan bien por eso, porque conectan muy fácilmente con algo oído ya demasiadas veces. Llueve sobre mojado. Pero es sencillamente falso. También nos sentamos mirando para adelante en nuestros coches, como hace cien años...
Mi tercera crítica es muy elemental. Se suele generalizar y tirar por tierra todo el sistema educativo. No se reconoce la diversidad del sistema educativo español, lo mucho que puede tener de bueno, las grandes diferencias que puede haber incluso en un mismo colegio. A veces se reconoce el esfuerzo del profesorado para, a continuación, iniciar la crítica destructiva y basada en opiniones y generalizaciones sin fundamento.
La cuarta tiene que ver con los interlocutores. Es posible escuchar a estos expertos hablar de las evidencias científicas, del respaldo de la comunidad científica internacional, en torno a sus planteamientos y que incluso se encuentren sentados en la misma mesa autoridades de ese supuesto nefasto sistema educativo que se quiere cambiar. Parecería lógico que hablaran primero entre ellos, que los expertos plantearan sus mejoras, sus avances, sus rompedoras propuestas a los políticos y gobernantes. No tiene mucho sentido que un prestigioso investigador se siente con políticos y responsables y lance sus ideas a un público que quizás no tenga ningún poder de decisión.
Y por último, cuando lees, escuchas y piensas te asalta otra duda. Estas personas que parecen tener la solución para todos los males de un sistema educativo anclado en el siglo XIX ¿se habrán puesto de acuerdo entre ellos para ver cómo se pueden compaginar o coordinar sus propuestas?
Sigo pensando, con todo respeto, que hay mucha literatura educativa y que como tal debe ser tomada. Sigo recomendando la lectura del libro del fallecido profesor Esteve "La tercera revolución educativa" para poder entender lo que está ocurriendo. Desde luego todo esto no significa que no piense que hace falta una nueva y buena ley de educación tan consensuada como sea posible y dotada de todo lo necesario. Y tampoco significa que no haya mucho que mejorar y que nuestro sistema educativo sea tan criticable como sea necesario. Desde luego en el siglo XIX la inmensa mayoría de alumnos y alumnas apenas pisaban la escuela, por poner un ejemplo.

lunes, 23 de enero de 2017

José Luis Cuerda y sus exabruptos...

Hace un par de días pude ver una entrevista al director de cine albaceteño José Luis Cuerda en televisión. Sólo por las muchas horas de felicidad que le debo gracias a su genial película "Amanece, que no es poco", le profeso un gran respeto y admiración. Me siento muy, muy agradecido hacia personas como él. Sin embargo me pareció que sus exabruptos eran, en general, palabrería. Llegué a pensar si no era una pequeña actuación, sonaba a despotricar un poco porque es lo que toca. Si te preguntan, contestas aunque no tenga sentido la pregunta.
La riqueza y la pobreza en el mundo son, por decirlo de alguna manera, tan objetivas como subjetivas y sus soluciones las seguimos buscando. Realidades muy crudas, dolorosas, inhumanas no se solucionan con frases de cajón, señalando lo malos que son los ricos que no dan el dinero que les sobra a los pobres. No sé, yo creo que José Luis Cuerda tiene mucho que decir pero si habla de lo divino y lo humano, quizás se torne "arbolario" o, sencillamente, se vaya por las ramas casi infinitas de la palabrería.


¡Gracias, Trump, por ser el nuevo chivo expiatorio de todos los males!

Ya está claro, meridianamente claro. Hemos encontrado al culpable de todos nuestros males y, además, no hay discusión posible. Donald Trump se ha convertido en el eje sobre el que van a girar todas las miradas, todas las quejas, todos los insultos, toda la rabia contenida, todas las verdades guardadas como tesoros peligrosos que no se pueden decir. Trump es la diana perfecta. Atesora tal cantidad de defectos, ha dicho tantas barbaridades que todo se puede perdonar al resto del mundo, empezando por nuestro vecino, nuestra compañía, nuestro alcalde, nuestro técnico, nuestro concejal, nuestro policía, nuestro inspector, nuestro jefe, nuestro diputado, nuestro presidente de comunidad de vecinos, de comunidad autónoma, de gobierno...¡Para qué quejarnos de lo concreto! Es relajante, se descargan tensiones, se empatiza con una masa que parece rodearlo todo y de la que nos sentimos partícipes. Atrás queda la realidad, la verdad o sencillamente, nuestra particular verdad.
Así las cosas, miles, cientos de miles o millones de personas, sintiéndose mal con el presidente elegido democráticamente en Estados Unidos -¡con ayuda de los rusos!- en realidad, se empiezan a sentir bien. No se acuerdan de esos "frentes" que les quitan la paz interior y puede que hasta la exterior. Parecen sentirse más tranquilos ante la acuciante necesidad de dar respuesta al día a día, a lo cotidiano, a lo que nos trae cada minuto. Por fin estamos de acuerdo todas y todos en algo. Como dice una persona que conozco: ¡es que lo que haga Trump nos va  a afectar a todos!
Mentalmente, oigo un "plof" que interpreto como que no puedo volver a intentar traspasar una muralla infranqueable.

miércoles, 11 de enero de 2017

A propósito de la Educación en Finlandia y once preguntas que escribió un maestro en un pincho anónimo.

Ayer me encontré un "pincho" y, para saber de quién era, lo abrí. Solo contenía un documento, con el siguiente texto:

"A propósito de la Educación en Finlandia"

Me pregunto si en Finlandia, con el frío que debe hacer, los profesores y profesoras pasan frío en los colegios. He oído que hay carreteras con calefacción. Es curioso porque en los años que llevo de maestro nunca he estado en un colegio público en el que al llegar estas fechas no pasáramos frío, mucho frío. Curioso porque en los ayuntamientos de esos pueblos o ciudades tienen la calefacción muy bien regulada. Además de los maestros, en los colegios hay chicos y chicas de tres a doce años...

Mi segunda pregunta es si, llegado el momento, pasan calor. Me refiero a esos meses en los que las altas temperaturas hacen prácticamente inviable dar clase en varias horas al día. ¿Aire acondicionado? ¿Qué? Puede incluso ocurrir que por la simple orientación de los colegios y las aulas, en el mismo edificio se tenga frío y calor. Ya nos referimos a esos períodos del año como el otoño y la primavera en los que hace frío o fresco por la mañana pero no a medio día. Que un aula esté orientada al sur o al norte influye mucho, tanto como para que se den condiciones óptimas o sencillamente, muy incómodas. Por otra parte, los aparatos para programar la calefacción y los termostatos suelen producir muchos efectos negativos.
Por cierto, el profesorado no tiene formación específica en estas cuestiones ni parece lógico que se tengan que encargar de estas tareas. 
A veces los edificios no reúnen las condiciones mínimas en cuanto a aislamiento. 

Mi tercera pregunta es también muy prosaica. ¿Tienen perchas para colgar sus abrigos los profesores y profesoras de Finlandia? Bueno, no, nada, si yo, no, por curiosidad...

Vamos a la cuarta ¿el mobiliario del alumnado, del profesorado y de las aulas...tiene más de treinta o cuarenta años? Que no, que no pasa nada, si es solo por curiosidad.

Y a la quinta pregunta, ¿cuando cambian de ley educativa en Finlandia-es de suponer que no lo hacen tan frecuentemente como aquí-mantienen reuniones los inspectores con los directores y directoras de colegios a finales de verano para decirles que, cuando estén en la playita, en el chiringuito, con la cervecita (sic), se acuerden de darle un repaso a la nueva legislación porque en septiembre se implantará y se obligará su cumplimiento, sin miramientos?

A la sexta, siguiendo con la Inspección...¿Cuando en Finlandia va un padre o madre a quejarse, los inspectores quitan un castigo, un parte o expulsión sin consultar siquiera al profesorado y equipo directivo correspondiente?

Llegamos a la séptima, si el gobierno finlandés tiene problemas económicos, fundamentalmente por la penosa política seguida durante muchos años ¿quita la paga extraordinaria a los maestros y maestras? Bueno, la quita pero luego dice que la retiene, que la devolverá poco a poco...

Octava pregunta, como suena, ¿En Finlandia hay zonas amplias con mucha o poca población en las que los niveles de analfabetismo son muy altas? ¿Con un paro generalizado, con una concepción muy peculiar de la vida y cierto o mucho rechazo hacia "el papel", los estudios, la llamada cultura?

Como novena pregunta quiero saber si las hasta ahora escuelas universitarias y ahora las facultades de Educación españolas ¿se parecen en algo a las finlandesas? ¿Son un rompecabezas de departamentos que luchan, en general, por su disciplina y sus disciplinados y disciplinandos entre sí? ¿Hay planes de estudios o planes de empleo? ¿El profesorado es especialista en...su materia?¿El profesorado tiene sueldos dignos?

Y por último, la décima pregunta. ¿En Finlandia, cada dos por tres, se polemiza, se denosta, se critica, se habla sin conocimiento de causa, incluso por los políticos y miembros del gobierno sobre el sistema educativo? ¿Contribuyen los llamados medios de comunicación social en esta tarea?

Perdón, la undécima...¿los padres finlandeses, osea las madres...se enfadan y atacan al profesorado si se les informa de conductas inapropiadas, de dificultades de aprendizaje, de...? 

Me gustaría saber cómo es el día a día de verdad...lo que sale en la tele como que no.

José Bono y sus peculiares habilidades pseudopolíticas...

José Bono Martínez, con motivo de la polémica sobre la tragedia del avión que trasportaba a militares españoles ocurrida hace trece años, vuelve a mostrar sus peculiares habilidades pseudopolítcas.
Según el corte televisivo visto en el canal de televisión La Sexta le oímos decir que hubo quiénes se llevaron el dinero. Parece ser que de los 149.000 euros pagados por el avión, la empresa cobró en realidad 39.000. Nos preguntamos ¿Es importante ese dato cuando se habla de la vida de 62 españoles? ¿Qué porcentaje supone del presupuesto de Defensa español o simplemente de lo que cuesta el trasporte militar en España? Por otra parte ¿a estas alturas se acuerda de esa información? ¿Lo persiguió en su momento como ministro? ¿Es oportuno contarlo en este momento en el que los los familiares de las víctimas han vuelto a revivir aquellos trágicos momentos?
Y por otro lado ¿no fue su gobierno regional-el de José Bono-el que contrató helicçopterosde países del este para la campaña contra incendios? Había personal que también volaba en zapatillas.Por cierto que, tras las primeras lluvias de septiembre, pasado el inminente riesgo de incendios, se usaron aquellos aparatos para llevar a ver a personas que pudieran tener cierta relevancia social las entonces polémicas Hoces del Cabriel.
De cualquier manera, independientemente de lo muy poco afortunadas que fueran las actuaciones del ministro de Defensa, Trillo, y de otros políticos y militares, no parece que políticos como Bono estén legitimados para echar leña al fuego. 
Por último, ojalá sirva esta nueva situación para restañar heridas, a pesar de su comprensible profundidad y gravedad.