El año 1948 murió asesinado Mohandas Karamchand Gandhi. Era un 30 de enero, a las cinco y cuarto de la tarde. Ya en 1964 un maestro, Llorenç Vidal, empezó a celebrar el Día de la Paz y la No Violencia. Desde entonces han pasado más de cincuenta años. Para muchos maestros y maestras se trata de una fecha muy importante y hacen todo lo posible porque deje huella en su alumnado. Hay quiénes cumplen como buenamente pueden y, de todo tiene que haber, quiénes no hacen nada.
En realidad es el día más importante del curso para algunas personas o un simple obstáculo más, una pérdida de tiempo, "depende de quién entre, que sea tumba o tesoro" que decía el poeta Paul Valery.
En general se suelen hacer actividades para todo el centro y que suelen tener una parte musical o teatral y/o algún trabajo mural. Además se trabaja en el aula tanto por los tutores como por los especialistas.
Además de estudiar la persona y la obra de Gandhi se suele recurrir a otros personajes como Martin Luther King, Rigoberta Menchú o Wangari Maathai. El listado puede ser más largo, incluyendo a premios Nobel o a otros como la madre Teresa de Calcuta, a la monja Dorothy Stang, también asesinada, como Chico Mendes.
Dependiendo del curso en el que se trabaje se puede hablar de esas realidades lacerantes que hacen tan necesario un día en concreto como este. La actualidad, el día a día, por desgracia, ofrece información más que suficiente para abordar el tema de la Paz. Otras, se recurre al pasado: la segunda guerra mundial, el holocausto judío o el gitano, los llamados "pogromos", las atrocidades y genocidios de todo signo ofrecen situaciones de aprendizaje importantes.
Pero hay más y es el día a día, más allá de los tanques, o más acá, para ser exactos... Y es lo referente a la No Violencia, que no es un añadido sino la parte que,verdaderamente, nos afecta en nuestra vida cotidiana. La Paz a nivel mundial e histórico es muy importante pero el individuo, el alumno o la alumna puede sentirse impotente y hasta insignificante. Sin embargo, si hablamos de nuestro quehacer diario, de nuestros problemas y las formas, mejores o peores de afrontarlos, el "día" cobra una vigencia extraordinaria. Hablar de la II Guerra Mundial o del último conflicto mediático tiene su fuerza y su potencial, dependiendo de como se aborde pero nos queda muy lejos. Hablar de lo que está ocurriendo en España, de los problemas que a veces se ven desde nuestra ventana o incluso en nuestra aula ya es distinto. Y desde luego, las cuestiones de la convivencia, del cómo nos comportamos con los demás y cómo podemos mejorar son, a mi juicio, imprescindibles.
Todo es importante, todo educa pero también se puede decir a la inversa. Así, el estrabismo, es verdaderamente preocupante en una sociedad como la española. No tiene lógica dedicar un día a hacer dibujos, a cantar, a actuar, a hacer murales o formar palabras con nuestros cuerpos, a hacer fichas, a rellenar actividades escritas ...y no intentar traspasar la piel, que puede ser dura, de la cotidianeidad. No es fácil y cada uno hace lo que puede. Desde luego entre el exceso de actividades lúdicas, de actuaciones, de trabajos manuales, de escenificaciones, yo apuesto por el intento de profundizar, de unir el sentimiento con el conocimiento, de la búsqueda, de la experimentación, de la aportación de materiales bibliográficos tipo "realia", de acudir a la realidad, a nivel planetario pero también a hablar y analizar el "empujón" en la fila, el que se cuela, el que tiene problemas de cualquier tipo... y de buscar, además, el apoyo de la Literatura, del Arte, de la Historia, de la Geografía, de la Crítica con mayúsculas, y de la música, por cierto...
Para mí el Día de la Paz y la No Violencia sigue siendo el más importante del curso. Por último, casi prefiero que la administración no se inmiscuya y no intervenga...
Todo es importante, todo educa pero también se puede decir a la inversa. Así, el estrabismo, es verdaderamente preocupante en una sociedad como la española. No tiene lógica dedicar un día a hacer dibujos, a cantar, a actuar, a hacer murales o formar palabras con nuestros cuerpos, a hacer fichas, a rellenar actividades escritas ...y no intentar traspasar la piel, que puede ser dura, de la cotidianeidad. No es fácil y cada uno hace lo que puede. Desde luego entre el exceso de actividades lúdicas, de actuaciones, de trabajos manuales, de escenificaciones, yo apuesto por el intento de profundizar, de unir el sentimiento con el conocimiento, de la búsqueda, de la experimentación, de la aportación de materiales bibliográficos tipo "realia", de acudir a la realidad, a nivel planetario pero también a hablar y analizar el "empujón" en la fila, el que se cuela, el que tiene problemas de cualquier tipo... y de buscar, además, el apoyo de la Literatura, del Arte, de la Historia, de la Geografía, de la Crítica con mayúsculas, y de la música, por cierto...
Para mí el Día de la Paz y la No Violencia sigue siendo el más importante del curso. Por último, casi prefiero que la administración no se inmiscuya y no intervenga...
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