El término "urbanalización" fue acuñado por el geógrafo y profesor de la Universidad de Barcelona Francesc Muñoz. Procede de la unión de dos palabras que nada tienen que ver entre sí: "urbano" y sus derivados y "banal"...y el resultado es lo que parece, la banalización de lo urbano, de la urbanización, de la evolución de nuestros pueblos, ciudades, urbanizaciones, polígonos de todo tipo, y hasta del paisaje que va quedando entre medias.
Así, lo que está pasando, como fruto de la globalización, (recordemos que para algunos estudiosos como Milton Santos se trataría más bien de la denominada "globalización perversa") es que se están perdiendo las señas de identidad de territorios enteros, de sociedades, de culturas, de patrimonios bien asentados, de ciudades, pueblos, regiones y hasta países. Viajar ahora es un acto de reconocimiento de los cromos "repes" de nuestra infancia frente a la impresionante variedad y autenticidad de otros tiempos. Así, ahora se habla de "no lugares", es decir, esos espacios que se ven o se pueden ver casi en cualquier parte del mundo y que no trasmiten absolutamente nada, aparte de soledad y necesidad de consumir.
Y es que la urbanalización es esa pérdida de identidades, de estilos, de formas, de particularidades, a favor de la homogeneización, de la uniformización y de una igualdad de serie, sin rasgos identitarios en el ámbito urbano.
Cuando vas a un pueblo o ciudad empezando por el suelo que pisas y terminando con la cubierta de las chimeneas, todo debería ser diferente. Los pueblos y ciudades que se asientan sobre sustratos cuarcíticos y los que lo hacen sobre calizas o sobre basaltos o quizás sobre granitos...solían tener pavimentos muy característicos. Ahora, ese simple detalle, se va perdiendo en multitud de casos. En una ocasión, en Villarrubia de los Ojos, provincia de Ciudad Real, España, tras la recogida de firmas para que no se alquitranase una calle que estaba adoquinada con bloques de basalto, en perfecto estado, el alcalde decía que sabía que llevábamos razón pero...
Un poco antes, otro alcalde, en una situación muy parecida, argumentaba que, aunque efectivamente el pavimento estaba en perfecto estado, no podían desperdiciar la oferta de la Diputación Provincial de Ciudad Real, ya que el alquitranado era totalmente gratis.
Un poco antes, otro alcalde, en una situación muy parecida, argumentaba que, aunque efectivamente el pavimento estaba en perfecto estado, no podían desperdiciar la oferta de la Diputación Provincial de Ciudad Real, ya que el alquitranado era totalmente gratis.
Si ascendemos unos centímetros desde el nivel de la calle llegaremos a un segundo nivel de altura, evidentemente, pero sobre todo, en los mejores casos, observaremos también elementos arquitectónicos y urbanísticos interesantes, si es que no han sido barridos por la gran ola de pseudo-modernidad y estandarización en marcha: son los bordillos o adoquines. Otra vez volvíamos a ver los frutos de las canteras más cercanas, calizas, basaltos, granitos...Con sus formas, su coloración, sus irregularidades y regularidades, sus tamaños, sus marcas del uso, a veces centenario. Pero llegó el momento de la destrucción vestida de supuesta mejora. Se eliminan los bordillos y se cambian por bolardos, por pavimentos de colores, materiales y formas de catálogo y puede que, con los materiales extraídos se de rienda suelta a una litofilia de nueva creación, normalmente de gusto espantoso: fuentes, fachadas institucionales, pequeñas plazas, parquecillos pasados de fecha...todo un catálogo de anacronismos de mal gusto.
Podríamos seguir ascendiendo por los rodapiés y empezaríamos pronto a detectar los cambios que se están produciendo pero, detengámonos en la vía pública. Hasta hace poco tiempo la iluminación solía estar suspendida de cables o de las paredes de los edificios. Ahora, unas hiladas de farolas de fechas remotas se han instalado en muchos pueblos y ciudades como signo de... ¿de qué? ¿de modernidad? ¿de estilo? ¿de tradición? ¿de solera? Para colmo, llevan los armatostes de fundición de escaso acabado la fecha del siglo XIX...¡Bendita modernidad!
Las rotondas quizás merezcan un capítulo aparte. Pero lo cierto es que calles, plazas y parques se van urbanalizando, muchas veces ante la perplejidad o la contrariedad del vecindario. Hay quiénes argumentan que no hay dinero para otras verdaderas necesidades y sin embargo si lo hay para dilapidar las señas de identidad de nuestros pueblos y ciudades en un extraño afán de modernizar o embellecer, sin tener la más mínima idea de estética, ni de Patrimonio ni de nada que se le parezca. Triunfa lo impersonal, lo foráneo, lo hortera y de mal gusto en lugar de pararse a hablar no solo con la gente que sabe, que la hay y, por cierto, en la mayoría de los casos, muy desinteresada, sino también con los vecinos y vecinas. La excusa de que se llevaba una promesa electoral o que se quiere el bien de la mayoría es, sencillamente, una gran falacia y una falta de respeto.
Lo expresado aquí, desafortunadamente, es general, con escasas y muy honrosas excepciones, como la de Alcolea de Calatrava, por cierto. Se echa en falta una orientación técnica que merezca esa denominación, una autoridad que pueda desautorizar tanto desatino y tanta destrucción.
Ahora, mayo de 2018, tras la calle Real y la recientemente inaugurada Plaza de Nicolás del Hierro, se iniciarán las obras de la plaza de Evaristo Martín, otra muestra más de urbanalización, de derroche y de falta de criterios serios por parte de las administraciones públicas.
Lo expresado aquí, desafortunadamente, es general, con escasas y muy honrosas excepciones, como la de Alcolea de Calatrava, por cierto. Se echa en falta una orientación técnica que merezca esa denominación, una autoridad que pueda desautorizar tanto desatino y tanta destrucción.
Ahora, mayo de 2018, tras la calle Real y la recientemente inaugurada Plaza de Nicolás del Hierro, se iniciarán las obras de la plaza de Evaristo Martín, otra muestra más de urbanalización, de derroche y de falta de criterios serios por parte de las administraciones públicas.
Lo suscribo completamente. Enhorabuena Paco, por tu forma de pensar y escribir.
ResponderEliminarHola Antonio, muchas gracias. Saludos FZS
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