jueves, 2 de noviembre de 2017

Jordi Ébole, el palabrotero, se equivoca...

Hoy, 2 de noviembre de 2017, jueves, día de los Difuntos, el periodista Jordi Ébole, en el programa de televisión "El Hormiguero", en Antena 3, ha dicho a mi juicio verdaderas barbaridades...

-No entiendo la razón por la que está continuamente usando la palabra "host...", como interjección y como sinónimo de golpe o palo.
-Creo que no entiende que los jueces no son políticos ni empresarios sino que tienen que hacer cumplir la ley. Cuando ha afirmado que Rajoy, presidente del gobierno de España y la juez Lamela, no se han paseado por Cataluña para ver qué pueden hacer para mejorar la convivencia parece que está hablando con un grupo de escolares de muy escasa edad. ¿Una juez tiene que darse vueltas para ver lo que es mejor para la convivencia o juzgar? ¿No cree en la división de poderes?
-Carga su discurso hacia determinados sectores y contra otros. Habla de que hay fascistas pero, por el otro lado, ¿qué hay?
-Afirma Ébole que el independentismo ha venido para quedarse...pero no dice que lo que ha pasado en el resto de España tiene más valor y fuerza y que probablemente también se quedará, suponemos que correlativa y proporcionalmente.
-Cuando dice que el presidente de gobierno, Mariano Rajoy debe pedir perdón por los palos que dio la policía el día de 1 de octubre de 2017, por el referéndum ilegal...siendo periodista ¿no podría ser más objetivo?
-No se entiende cuando afirma que el ex-presidente de la Generalitat al menos se queda a salvo de ir a la cárcel, si así lo dictamina la Justicia, y que podrá seguir gobernando desde el extranjero ¿gobernando qué? Como mucho podrá dar consignas y enredar, pero ¿gobernar?
-No entiendo porqué usa tantas palabras en inglés como "background", "walking dead"...
-No entiendo que pueda decir "host... p..." porque, seguro que si delante de él se dijera "Ébole p...", por poner un ejemplo, no le gustaría...o sencillamente el nombre de algún cantante que le guste, que es lo que les pasa a las personas que se expresan así...
En fin, lamentable, penoso, pobre, mediocre...sus análisis políticos son, sencillamente ridículos, aunque pueda decir otras cosas interesantes. Por cierto, vaya preopcupación con el pelito y el flequillito, para ser tan ...no sé...tan avanzado, tan informal, tan progresista,...tan aparentemente sencillo y cercano... ¡Eboladas, no gracias!

En fin, lamentable...

domingo, 29 de octubre de 2017

Yo si tengo miedo... (Sobre el proceso de independencia catalán, 1)

Hace poco tiempo en Cataluña, en varias manifestaciones, la gente coreaba la frase "No tenemos miedo". Después de todo lo que está ocurriendo la verdad es que yo no me siento nada seguro. Siento miedo por si muere alguien. Me preocupa el dolor ajeno, y el propio, como es lógico. 
Me asusta pensar que Cataluña se pueda separar de España de forma traumática, sin consenso. Y hoy no lo hay ni podrá haberlo en un corto plazo. Me parece que desde Cataluña en general no se están haciendo bien las cosas ni se está diciendo la verdad. Y sin verdad nada puede ir bien. Estoy seguro de que desde las posturas independentistas se pensará lo mismo de España y de su gobierno.
Yo sinceramente sí tengo miedo. Miedo de la violencia, del odio, de la incomprensión, de los muchos daños que se pueden generar y de los que ya se están generando. Temo, por ejemplo, las simplificaciones, las generalizaciones, las particularizaciones, la banalización, la trivialización, las polarizaciones, la incomprensión, el populismo de cualquier tipo, el victimismo, el cuento, la utilización interesada, el politiqueo de cualquier clase...
Recuerdo aquel dicho que tanto me impactó hace unos treinta años: se cazan más moscas con miel que con hiel. En mi opinión es aplicable en las dos grandes posiciones. Desde la España no independentista hay mucho que podemos hacer. Por ejemplo, yo el otro decía con humor y con algo de ironía que prefería celebrar la Diada o San Jordi en mi colegio que celebrar Halloween. Podríamos empezar por levantar nuestros particulares micro-embargos y bloqueos. Si en unos días se notara algo sería una señal de que el temporal podría empezar a amainar.
Otra idea que me preocupa mucho es pensar quién o quiénes pueden estar satisfechos con todo lo negativo que está ocurriendo. ¿Quiénes podrían ser los pescadores de estas aguas revueltas? ¿Hay personas o grupos de presión que están manejando el conflicto de manera interesada?
En fin, nos encontramos en una situación muy difícil, muy compleja, muy delicada y quizás entre todas y todos podríamos empezar a darle otra solución que las que se están viendo hasta ahora: unos tiran para un lado y los otros, para el otro. Quizás mi actitud sea simple ingenuidad pero me queda la duda y la prefiero a las supuestas certezas.

Franco como discurso político, más de cuarenta años después de su muerte y la gestión del agua.

Francisco Franco Bahamonde murió en 1975. Hoy, en 2017, se sigue hablando de él en numerosas ocasiones. Llama mucho la atención que lo sigan nombrando los políticos -determinados políticos-con ocasión de ...en realidad en cualquier ocasión. Es decir, podría tener lógica si se hablara de Franco en relación a temas concretos, si se estuviera hablando del pasado, si se analiza algo en clave histórica, pero no parece cuadrar con un esquema medianamente serio, si se usa como coartada, como imagen muy gráfica y expresiva de lo que está mal o de lo que se hizo y nunca se debería haber hecho. 
Por cierto, esa delimitación que acabo de hacer de "los políticos" para referirme a "algunos políticos" se refiere en realidad a los políticos fundamentalmente del PSOE. Que se pueda argumentar desde otros partidos es entendible pero no es así si lo hace un partido que ha estado tantas legislaturas completas en el poder y, algunas, con las llamadas mayorías absolutas. Felipe González Márquez estuvo cuatro legislaturas y José Luis Rodríguez Zapatero, dos, de manera que, cuando hace dos o tres días Pedro Sánchez, el actual secretario general, hablaba de Franco en Toledo, resultaba un tanto anacrónico.
Dicho esto, recuerdo lo que en términos exclusivamente académicos me contaba un profesor universitario allá por 1998. Se trataba de una persona que siempre se ha definido como de izquierdas y que, durante muchos años militó o colaboró con al menos un partido de esa ideología. Afirmaba que siempre que hablaba de cuestiones del pasado reciente su alumnado, alumnas y alumnos mayores de edad y matriculados en una carrera universitaria de lo que se podría llamar como de "letras", nombraba a Franco. 
Era una especie de lugar común o, más bien, un comodín. Todo había pasado por Franco, todo se debía a Franco. Era como si fuera el único nombre propio que se asociaba a esas décadas pasadas, el único que se conocía. Ese fenómeno me atrevo a decir que se sigue produciendo en gran medida. Franco se ha convertido más en un icono, en una especie de mito, en un concepto moldeable y adaptable que en una realidad más o menos compleja y controvertida. 
Por otra parte, que sea el alumnado de niveles universitarios, pre-universitarios o, en general, la gente joven, la que parece no saber quién era ese personaje, qué hizo y qué no hizo, tendría cierta explicación. He dicho cierta, pero habría que meterse en el tema, que excedería la idea de esta breve reflexión. Lo que no parece que tenga justificación es que tantos políticos actuales del PSOE hablen de Franco como concepto tópico, como "todo en uno", como causa de cualquier problema o solución de cualquier postulado. 
Si alguien ha llegado leyendo hasta aquí, dependiendo de su ideología, podrá pensar que estoy defendiendo a un dictador o atacando a un hombre de estado y nada de eso hay en estas líneas. Como ya no sería la primera vez, también es posible que se me tilde de justificador o normalizador de conductas o ideologías neo-nazis, fascistas o similares. Y nada de eso hay. Se trata de una crítica a ese uso indiscriminado de un nombre propio cargado de significados contrapuestos. Es una forma de preguntarme si tiene sentido que, después de cuarenta y dos años, se siga hablando de ese jefe de Estado como si fuera ayer. 
Yo no sé lo que ocurre en otros países con personajes parecidos. No sé si se empieza a hablar en un mitin y se termina hablando del tema en cuestión. Me temo que si. En Irlanda hace unos años, leyendo un periódico, un columnista sacaba a colación unos crímenes cometidos por los ingleses antes de la segunda guerra mundial.
Una vez, hablando con una persona que había militado casi toda su vida en el entonces llamado Partido Comunista de España, sobre la gestión del agua en España me decía que "si algo había hecho bien el tío Paco era hacer pantanos". Curiosamente se trataba de un encuentro en el que yo iba a trasladar las propuestas de varios grupos ecologistas en materia de agua para su programa electoral, basado precisamente en obras hidráulicas, aunque su partido había cambiado de siglas una vez, y otra más de denominación, en una escisión. Esa idea está bastante extendida entre la gente que se auto-clasifica como de izquierdas o simplemente progresistas.
Más me sorprende que haya personas como José María Fresneda, de ASAJA, con una formación académica que considero sólida, y a mi juicio, bastante cercanía o sintonía con el Partido Popular, que afirmen que "la dictadura nos quitó el agua y la Democracia no nos la devuelve". Así, la situación queda en empate: se trivializa con cuestiones muy complicadas y se echa la culpa por igual pero sin recordar el pequeño detalle de  que han pasado más años desde su muerte que los que estuvo en el poder el general. Por cierto que para las personas que realizan esas críticas aparentemente totales, globales, viene bien recordar que hay legislación que todavía está en vigor (al menos lo estaba hasta hace muy poco tiempo), lo que supone una verdadera mancha de duda.
Ahora, con el problema de la declaración unilateral de independencia de Cataluña se ha vuelto a hablar mucho, en realidad a nombrar mucho, a Franco. No he seguido los debates ni las noticias a diario pero lo poco que he oído me ha parecido bastante plagado de esos tópicos, tópicos que, por cierto, no se reducen solo a Franco. Otros hay que quizás algún día salgan a colación.

viernes, 27 de octubre de 2017

viernes, 20 de octubre de 2017

La importancia del lenguaje y el falso "ataque fascista" a la política Mónica Oltra.

Antesdeanoche, es decir, la noche del miércoles 18 al jueves 19 de octubre de 2017, un grupo de personas de extrema derecha, según la televisión, fueron a la entrada de la vivienda de la política valenciana y vicepresidenta del gobierno autonómico, Mónica Oltra, y estuvieron cantándole el himno de España, la canción de Manolo Escobar "Que viva España" y otras similares.
Según la política se trató de un "ataque fascista" y así lo expresaron en diferentes informativos televisivos de ámbito nacional. Uno de los protagonistas sin embargo dijo que se trató exclusivamente de una serenata nocturna.
Resulta curioso y sorprendente que una realidad tan concreta se pueda calificar de formas tan diferentes y contrapuestas. También sorprende que los medios de comunicación utilicen el vocabulario de la persona afectada tan a la ligera. Y llama poderosamente la atención que no se haya usado el término "escrache" que tanto se ha venido usando desde el año 2011, como neologismo parece ser que de origen argentino. Durante estos años muchos políticos de la llamada izquierda justificaban esas acciones y jamás, o muy escasas veces las condenaron, hasta dónde tenemos conocimiento. Parece ser que la misma Mónica Oltra participó en acciones similares. En fin, si hablamos con propiedad la acción de antesdeanoche no parece corresponderse desde ningún punto de vista con un "ataque fascista" que, por cierto, se asimilaría con los ocurridos estos años, más violentos y agresivos y menos musicales, con "ataques comunistas", "ataques rojos", "ataques estalinistas" o "ataques marxistas".
Estas acciones, desde mi punto de vista, no tienen cabida en un marco de convivencia pacífica y democrática. Pero todas ellas, no solo las de la llamada derecha. Además, sería interesante que nos pusiéramos de acuerdo con las denominaciones y los calificativos. Se generan muchos malos entendidos que dificultan el entendimiento.
Por cierto, si lo ocurrido en la calle, a las puertas de la casa de la política Mónica Oltra es un ataque fascista ¿qué es lo que está ocurriendo en Cataluña? ¿Rodear edificios en los que hay fuerzas del orden impidiendo su salida es bailar a la sardana o al corro de la patata? ¿Impedir el acceso a edificios públicos a la Guardia Civil o la Policía Nacional cómo se llama? ¿Jalear a los no independentistas o incluso a los indecisos o más aún, a la gente que sencillamente no quiere manifestarse cómo se podría llamar? ¿Hacer pintadas señalando a los que no están de acuerdo con unos postulados políticos tiene algún nombre? ¿Y todas las acciones que han tenido lugar estos años en las que han participado incluso los políticos que ahora nos representan, son ataques, son serenatas, son escraches, son manifestaciones ilegales, son asonadas, caceroladas, pitadas o qué?
En fin, yo no estoy de acuerdo con que se moleste o perturbe a nadie cuando está en su casa o simplemente paseando, pero a nadie. El lenguaje es muy importante, tanto como los números y las unidades en matemáticas. Sin ponernos de acuerdo en estas cuestiones no nos podremos entender.


martes, 3 de octubre de 2017

¡Otra vez a hablar de los grises!

Los grises era como se llamaba a la Policía Nacional en los tiempos del Franquismo y de la Transición. Para mucha gente era poco más que una denominación más o menos graciosa con un toque peyorativo y, para otros, fueron algo como un icono que representaba la represión del Estado. Sea como fuere, en realidad era la Policía Nacional, un cuerpo de seguridad no militar. La Guardia Civil es, por el contrario, un cuerpo de Seguridad militar, a pesar de su nombre. 
Se hablaba de los grises, sobre todo, en la Transición...y mucha gente, muchos políticos, sindicalistas, activistas...decían que habían corrido delante de ellos o que, incluso, habían sufrido los palos en las manifestaciones.
A mí me cambió esa concepción cuando estuve en el País Vasco, o Euskadi, según se prefiera. Allí me contaron y aprendí que a quién de verdad temía la gente que iba a las "manifas" era a la Guardia Civil, de manera que mi idea de esos policías terribles  rebajó mucho su intensidad.
Por si fuera poco me contaron un chiste que, como casi todos, no tenían en realidad nada de broma sino de sentencia de tesis doctoral, de Forges. Creo que era de Forges, que me corrija alguien si me equivoco. Lo que vino a decir es que él estuvo en alguna de esas refriegas con los famosos, temidos y denostados grises y, en realidad, no había tanta gente...
Ahora vuelve el fantasmagórico concepto. Políticos y otras personas vuelven a hablar de ellos pero habría que ver si de verdad estuvieron o no. Y vuelve la Policía Nacional a estar en el punto de mira de la llamada opinión pública por ...trabajar, por cumplir con su trabajo, por hacer lo que se les ha pedido.
Yo creo que habría que pensar un poco más antes de hablar, de escribir, de titular una fotografía en un periódico de tirada nacional, internacional o autonómica...Desde luego lo que está pasando no es, a mi juicio, tan grave como se nos está intentando hacer ver. Evidentemente hay un problema que, a su vez, son muchos conflictos más. Pero de eso a sacar conclusiones de lo más extremas hay una gran diferencia.
Hablar mal de los que cumplen con su trabajo y hablar bien de los que no lo cumplen me parece poco acertado. Usar términos demasiado fuertes, rotundos o humillantes no es una buena iniciativa para mejorar la situación de tensión que se está viviendo. Y debería haber una forma única de entender la autoridad. No parece lógico que se critique a unos y no a otros o que se les pida ayuda en determinadas situaciones y en otras se les critique, persiga, insulte, agreda o humille.
La información que nos llega es contradictoria de manera que todo es matizable y revisable pero está habiendo mucha palabrería y hasta palabrotería en cuanto a las actuaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Ojalá fuera cierto que se tiene la intención de investigar lo ocurrido y, después, darlo a conocer. Me temo que se trata de hacer ruido y debilitar al contrario, como suele ser habitual.
Desde luego es sospechoso que se hable tanto de los grises, de hace cuarenta años, de la Policía Nacional y de la Guardia Civil y tan poco de lo que de verdad está ocurriendo. 

Como siempre, me sorprenden mucho los comentarios de periodistas, contertulios, políticos, profesores de universidad, escritores y ...todo ese grupo de personas que, mejor o peor, dan su opinión y sus conocimientos y experiencias en público. Y me sigue sorprendiendo, como siempre,  la falta de respeto y de rigor de muchos de ellos.
Y para otro día puede quedar pendiente hablar de algunos comentarios escuchados o leídos a Ada Colau, a Pablo Echenique y a Pablo Iglesias. Sin entrar a valorar el trasfondo, en mi opinión, siguen perdiendo el norte y, en este caso, el rumbo de la cordura.

jueves, 23 de febrero de 2017

Perlas mediáticas sobre (o contra) la Educación. 1

Ayer, 22 de febrero de 2017, miércoles, volvimos a leer un artículo en el diario La Razón, en el ABC y supongo que en otros medios, que merecen sobradamente el calificativo de "perla mediática" sobre o, mejor dicho, contra la Educación, en España. .
El título no puede ser más llamativo y, a la vez, engañoso. "PROFESORES La mayor oferta de la historia:150.000 plazas", dice el de La Razón.

Una vez leído no queda claro si hay algún dato que sea cierto o que tenga el más mínimo valor. En primer lugar es cuestionable la oportunidad de la noticia. En unos momentos de gran incertidumbre para decenas de miles de profesoras y profesores ya que son muy pocas las comunidades autónomas que han manifestado su intención de convocar oposiciones no parece serio lanzar esta extraña idea de los supuestos miles de plazas que se convocarán. Parece ser que el ministro del PP, señor Montoro, ha llegado a amenazar a aquellas comunidades que convoquen los procesos selectivos habida cuenta de la situación de bloqueo -al menos temporal- de los presupuestos generales del Estado.  En esa situación de desconcierto en la que se cuentan por miles las opositoras y los opositores o han dejado ya de prepararse o se lo están planteando debe considerarse como una mala broma el dato del titular.
¿150.000 plazas? ¿dónde? y, sobre todo ¿cuándo?
Ese recurso ¿estilístico? de dar un dato global para luego, de alguna manera, desmentirlo, es muy socorrido pero tiene muy poco de verdadero periodismo.
Por otra parte soltar topicazos cargados de malas intenciones tampoco es muy profesional. Así, hablar de la mejora de la enseñanza de los idiomas, de las nuevas tecnologías, de la mejor preparación del profesorado, de Finlandia y demás, sencillamente, una demostración del vacío imperante y de las verdaderas razones del artículo: crear cortinas de humo y faltar a la verdad. Se deslizan verdaderas falacias aunque en realidad se podría hablar de falsedades, de mentiras y hasta de maledicencia. Desde luego nombrar al actual secretario de Estado Marcial Marín ya es suficientemente esclarecedor: más que humo se trata de gases tóxicos.
Como ya viene siendo habitual se lanzan esas ideas de que hay que hacer unas pruebas de acceso muy difíciles y rigurosas, dando la sensación de que las actuales no lo son. Se habla de la preparación del profesorado como si fuese negativa, se habla de la formación permanente cuando verdaderamente fue el PP el que se la cargó...se dice que el profesorado gana mucho más que sus homólogos europeos, siendo falso, se dan cifras que nada tienen que ver con la realidad y hasta se habla de una etapa educativa cuyo nombre cambió hace ya muchos años.
Lo que de verdad tiene que cambiar radicalmente en este país es el trato que se dispensa mediáticamente a diferentes temas en general pero, en particular, a la escuela pública.
En fin, lamentable artículo sobre un tema tan delicado del que dependen tantos profesionales..

domingo, 29 de enero de 2017

¡Y dale con la Educación de no sé qué siglo en España!

Hace ya unos años un pedagogo apuntaba que, tras el fenómeno de la proliferación de libros sobre (mayoritariamente contra) la Educación en España, había, por ejemplo, intereses económicos. También puede haber y de hecho hay una intención más o menos clara de desmantelar o justificar el desmantelamiento del sistema público de Educación. 
Hay autores que quieren aportar su trabajo, los resultados de sus estudios y de sus investigaciones. Hay personas que, de alguna manera, venden...Venden su discurso, su tesis, sus libros, sus cursos, sus charlas...Es legal, suponemos, si todo se hace legalmente. Es lícito. Es...En realidad es extraño. Me intento explicar. Es curioso que haya profesores, estudiosos, "expertos" que vayan impartiendo cursos, dando conferencias, difundiendo sus propuestas pero que partan de supuestos casi siempre, por no decir siempre, que no se corresponden con la realidad. No he oído o leído a nadie hablar de lo complejo y vasto que es nuestro sistema educativo. Nuestro sistema educativo no cabe en unas simples cifras, en unas cuantas frases, en una mera referencia negativa ni en el título de un libro ni en la denominación de una metodología más o menos nueva.
Esa sería la primera gran crítica a hacer a esas personas que lanzan sus ideas como si fueran verdades absolutas. Recomendable es aplicar el principio de incertidumbre de Heisenberg, adaptado a estas realidades no tan tangibles como las de las ciencias físicas.
La segunda sería recordar que si se va de innovador, de intelectual, de científico,...convendría no poner ejemplos falaces, argumentos vacíos o falsos. Así, la idea de que "la escuela" actual, la de 2017 es idéntica a la del siglo XIX o incluso a la que surgió de la Revolución Francesa nos sitúa en un escenario conceptual, metodológico y epistemológico verdaderamente penoso. Es falso, radicalmente falso...pero vende, es pegadizo, es muy gráfico. Le decía a una amiga que para hablar de la educación del siglo XIX hay que saber cómo era la educación del siglo XIX. Me temo que hay personas que hablan y no se han tomado la molestia de leer un poco sobre el tema. Recomiendo leer algunos de los muchos artículos de Luis Bello de su extraordinario trabajo "Viaje por las escuelas de España" de los años veinte del siglo XX...por ir atando cabos.
Yo paso ya del medio siglo de vida y si echo la vista atrás, a mis vivencias como alumno, sencillamente alucino. Recuerdo lo que me contaban los compañeros y compañeras cuando empecé a trabajar hace veinticinco años, y me resulta chocante esa afirmación demoledora.
Que si los alumnos y alumnas se sientan igual, que si la pizarra y la tiza...En fin, tópicos que funcionan bien por eso, porque conectan muy fácilmente con algo oído ya demasiadas veces. Llueve sobre mojado. Pero es sencillamente falso. También nos sentamos mirando para adelante en nuestros coches, como hace cien años...
Mi tercera crítica es muy elemental. Se suele generalizar y tirar por tierra todo el sistema educativo. No se reconoce la diversidad del sistema educativo español, lo mucho que puede tener de bueno, las grandes diferencias que puede haber incluso en un mismo colegio. A veces se reconoce el esfuerzo del profesorado para, a continuación, iniciar la crítica destructiva y basada en opiniones y generalizaciones sin fundamento.
La cuarta tiene que ver con los interlocutores. Es posible escuchar a estos expertos hablar de las evidencias científicas, del respaldo de la comunidad científica internacional, en torno a sus planteamientos y que incluso se encuentren sentados en la misma mesa autoridades de ese supuesto nefasto sistema educativo que se quiere cambiar. Parecería lógico que hablaran primero entre ellos, que los expertos plantearan sus mejoras, sus avances, sus rompedoras propuestas a los políticos y gobernantes. No tiene mucho sentido que un prestigioso investigador se siente con políticos y responsables y lance sus ideas a un público que quizás no tenga ningún poder de decisión.
Y por último, cuando lees, escuchas y piensas te asalta otra duda. Estas personas que parecen tener la solución para todos los males de un sistema educativo anclado en el siglo XIX ¿se habrán puesto de acuerdo entre ellos para ver cómo se pueden compaginar o coordinar sus propuestas?
Sigo pensando, con todo respeto, que hay mucha literatura educativa y que como tal debe ser tomada. Sigo recomendando la lectura del libro del fallecido profesor Esteve "La tercera revolución educativa" para poder entender lo que está ocurriendo. Desde luego todo esto no significa que no piense que hace falta una nueva y buena ley de educación tan consensuada como sea posible y dotada de todo lo necesario. Y tampoco significa que no haya mucho que mejorar y que nuestro sistema educativo sea tan criticable como sea necesario. Desde luego en el siglo XIX la inmensa mayoría de alumnos y alumnas apenas pisaban la escuela, por poner un ejemplo.

lunes, 23 de enero de 2017

José Luis Cuerda y sus exabruptos...

Hace un par de días pude ver una entrevista al director de cine albaceteño José Luis Cuerda en televisión. Sólo por las muchas horas de felicidad que le debo gracias a su genial película "Amanece, que no es poco", le profeso un gran respeto y admiración. Me siento muy, muy agradecido hacia personas como él. Sin embargo me pareció que sus exabruptos eran, en general, palabrería. Llegué a pensar si no era una pequeña actuación, sonaba a despotricar un poco porque es lo que toca. Si te preguntan, contestas aunque no tenga sentido la pregunta.
La riqueza y la pobreza en el mundo son, por decirlo de alguna manera, tan objetivas como subjetivas y sus soluciones las seguimos buscando. Realidades muy crudas, dolorosas, inhumanas no se solucionan con frases de cajón, señalando lo malos que son los ricos que no dan el dinero que les sobra a los pobres. No sé, yo creo que José Luis Cuerda tiene mucho que decir pero si habla de lo divino y lo humano, quizás se torne "arbolario" o, sencillamente, se vaya por las ramas casi infinitas de la palabrería.


¡Gracias, Trump, por ser el nuevo chivo expiatorio de todos los males!

Ya está claro, meridianamente claro. Hemos encontrado al culpable de todos nuestros males y, además, no hay discusión posible. Donald Trump se ha convertido en el eje sobre el que van a girar todas las miradas, todas las quejas, todos los insultos, toda la rabia contenida, todas las verdades guardadas como tesoros peligrosos que no se pueden decir. Trump es la diana perfecta. Atesora tal cantidad de defectos, ha dicho tantas barbaridades que todo se puede perdonar al resto del mundo, empezando por nuestro vecino, nuestra compañía, nuestro alcalde, nuestro técnico, nuestro concejal, nuestro policía, nuestro inspector, nuestro jefe, nuestro diputado, nuestro presidente de comunidad de vecinos, de comunidad autónoma, de gobierno...¡Para qué quejarnos de lo concreto! Es relajante, se descargan tensiones, se empatiza con una masa que parece rodearlo todo y de la que nos sentimos partícipes. Atrás queda la realidad, la verdad o sencillamente, nuestra particular verdad.
Así las cosas, miles, cientos de miles o millones de personas, sintiéndose mal con el presidente elegido democráticamente en Estados Unidos -¡con ayuda de los rusos!- en realidad, se empiezan a sentir bien. No se acuerdan de esos "frentes" que les quitan la paz interior y puede que hasta la exterior. Parecen sentirse más tranquilos ante la acuciante necesidad de dar respuesta al día a día, a lo cotidiano, a lo que nos trae cada minuto. Por fin estamos de acuerdo todas y todos en algo. Como dice una persona que conozco: ¡es que lo que haga Trump nos va  a afectar a todos!
Mentalmente, oigo un "plof" que interpreto como que no puedo volver a intentar traspasar una muralla infranqueable.

miércoles, 11 de enero de 2017

A propósito de la Educación en Finlandia y once preguntas que escribió un maestro en un pincho anónimo.

Ayer me encontré un "pincho" y, para saber de quién era, lo abrí. Solo contenía un documento, con el siguiente texto:

"A propósito de la Educación en Finlandia"

Me pregunto si en Finlandia, con el frío que debe hacer, los profesores y profesoras pasan frío en los colegios. He oído que hay carreteras con calefacción. Es curioso porque en los años que llevo de maestro nunca he estado en un colegio público en el que al llegar estas fechas no pasáramos frío, mucho frío. Curioso porque en los ayuntamientos de esos pueblos o ciudades tienen la calefacción muy bien regulada. Además de los maestros, en los colegios hay chicos y chicas de tres a doce años...

Mi segunda pregunta es si, llegado el momento, pasan calor. Me refiero a esos meses en los que las altas temperaturas hacen prácticamente inviable dar clase en varias horas al día. ¿Aire acondicionado? ¿Qué? Puede incluso ocurrir que por la simple orientación de los colegios y las aulas, en el mismo edificio se tenga frío y calor. Ya nos referimos a esos períodos del año como el otoño y la primavera en los que hace frío o fresco por la mañana pero no a medio día. Que un aula esté orientada al sur o al norte influye mucho, tanto como para que se den condiciones óptimas o sencillamente, muy incómodas. Por otra parte, los aparatos para programar la calefacción y los termostatos suelen producir muchos efectos negativos.
Por cierto, el profesorado no tiene formación específica en estas cuestiones ni parece lógico que se tengan que encargar de estas tareas. 
A veces los edificios no reúnen las condiciones mínimas en cuanto a aislamiento. 

Mi tercera pregunta es también muy prosaica. ¿Tienen perchas para colgar sus abrigos los profesores y profesoras de Finlandia? Bueno, no, nada, si yo, no, por curiosidad...

Vamos a la cuarta ¿el mobiliario del alumnado, del profesorado y de las aulas...tiene más de treinta o cuarenta años? Que no, que no pasa nada, si es solo por curiosidad.

Y a la quinta pregunta, ¿cuando cambian de ley educativa en Finlandia-es de suponer que no lo hacen tan frecuentemente como aquí-mantienen reuniones los inspectores con los directores y directoras de colegios a finales de verano para decirles que, cuando estén en la playita, en el chiringuito, con la cervecita (sic), se acuerden de darle un repaso a la nueva legislación porque en septiembre se implantará y se obligará su cumplimiento, sin miramientos?

A la sexta, siguiendo con la Inspección...¿Cuando en Finlandia va un padre o madre a quejarse, los inspectores quitan un castigo, un parte o expulsión sin consultar siquiera al profesorado y equipo directivo correspondiente?

Llegamos a la séptima, si el gobierno finlandés tiene problemas económicos, fundamentalmente por la penosa política seguida durante muchos años ¿quita la paga extraordinaria a los maestros y maestras? Bueno, la quita pero luego dice que la retiene, que la devolverá poco a poco...

Octava pregunta, como suena, ¿En Finlandia hay zonas amplias con mucha o poca población en las que los niveles de analfabetismo son muy altas? ¿Con un paro generalizado, con una concepción muy peculiar de la vida y cierto o mucho rechazo hacia "el papel", los estudios, la llamada cultura?

Como novena pregunta quiero saber si las hasta ahora escuelas universitarias y ahora las facultades de Educación españolas ¿se parecen en algo a las finlandesas? ¿Son un rompecabezas de departamentos que luchan, en general, por su disciplina y sus disciplinados y disciplinandos entre sí? ¿Hay planes de estudios o planes de empleo? ¿El profesorado es especialista en...su materia?¿El profesorado tiene sueldos dignos?

Y por último, la décima pregunta. ¿En Finlandia, cada dos por tres, se polemiza, se denosta, se critica, se habla sin conocimiento de causa, incluso por los políticos y miembros del gobierno sobre el sistema educativo? ¿Contribuyen los llamados medios de comunicación social en esta tarea?

Perdón, la undécima...¿los padres finlandeses, osea las madres...se enfadan y atacan al profesorado si se les informa de conductas inapropiadas, de dificultades de aprendizaje, de...? 

Me gustaría saber cómo es el día a día de verdad...lo que sale en la tele como que no.

José Bono y sus peculiares habilidades pseudopolíticas...

José Bono Martínez, con motivo de la polémica sobre la tragedia del avión que trasportaba a militares españoles ocurrida hace trece años, vuelve a mostrar sus peculiares habilidades pseudopolítcas.
Según el corte televisivo visto en el canal de televisión La Sexta le oímos decir que hubo quiénes se llevaron el dinero. Parece ser que de los 149.000 euros pagados por el avión, la empresa cobró en realidad 39.000. Nos preguntamos ¿Es importante ese dato cuando se habla de la vida de 62 españoles? ¿Qué porcentaje supone del presupuesto de Defensa español o simplemente de lo que cuesta el trasporte militar en España? Por otra parte ¿a estas alturas se acuerda de esa información? ¿Lo persiguió en su momento como ministro? ¿Es oportuno contarlo en este momento en el que los los familiares de las víctimas han vuelto a revivir aquellos trágicos momentos?
Y por otro lado ¿no fue su gobierno regional-el de José Bono-el que contrató helicçopterosde países del este para la campaña contra incendios? Había personal que también volaba en zapatillas.Por cierto que, tras las primeras lluvias de septiembre, pasado el inminente riesgo de incendios, se usaron aquellos aparatos para llevar a ver a personas que pudieran tener cierta relevancia social las entonces polémicas Hoces del Cabriel.
De cualquier manera, independientemente de lo muy poco afortunadas que fueran las actuaciones del ministro de Defensa, Trillo, y de otros políticos y militares, no parece que políticos como Bono estén legitimados para echar leña al fuego. 
Por último, ojalá sirva esta nueva situación para restañar heridas, a pesar de su comprensible profundidad y gravedad.